En la Extremadura aragonesa, como una cuña entre tierras castellanas y valencianas, se alza Teruel, plaza fuerte de larga y terrible historia, ciudad legendaria de torres mudéjares. Teruel es el vigía del Turia, río que no nace, sino que comienza a llamarse así al confluir el Guadalaviar y el Alfambra poco antes de la ciudad.
Es la mas pequeña capital de provincia española, conocida como la ciudad de los amantes. Conserva heridas de una guerra que hubo de asediarla hasta tres veces y un fuero medieval que serviría para seguir fundando ciudades y libertades conquistadoras.
Albarracín y su conjunto urbano ha sido declarado Monumento Nacional. Se oculta en un agreste paraje y no se deja ver hasta que el viajero esta en sus inmediaciones. Lo que mas atrae la atención son los lienzos de sus murallas que trepan por los cerros vecinos. La parte mas antigua se alza en una especie de península, a la que el Guadalaviar sirve de foso natural y se divide en dos zonas, la ciudad con sus casas colgadas sobre los acantilados y el Arrabal, al otro lado del río esta el Barrio.